Cuando todos estaban en casa, salimos a ejecutar un proyecto en medio de las restricciones de una pandemia. Nuestra meta era poder tenerlo listo para cuando la gente pudiera volver a salir a las calles. Se trataba de una pantalla LED de 185 m2, capaz de resistir el inclemente sol y las lluvias propias de la costa caribe. La instalación se llevó a cabo bajo estrictos protocolos de bioseguridad.